sábado, 10 de abril de 2010

Visita al Gremio Unión de docentes argentinos, seccional Catamarca


El día miércoles visitamos al Gremio Docente de UDA para continuar dialogando con la responsable Provincial de esta entidad Nacional, la Profesora Nancy Agüero, con la cual mantenemos contacto desde octubre del año pasado, tratando de encontrar líneas de apoyo en común para unir esfuerzos y nutrirnos de ésta exitosa experiencia que ha sido reconocida por los profesionales de la Educación tanto a nivel local como Nacional.

Es sumamente importante para nuestra obra, cuyo objetivo primordial es la promoción de las personas, relacionarnos con aquellas instituciones que a través de sus obras hablan por si solas, y dejan bien claro frente a la comunidad, que su trabajo beneficia a toda persona sin exclusión, haciendo hincapié en los integrantes mas vulnerados de la sociedad.

Cuando hablamos de promoción humana no podemos considerarla al margen de la relación del hombre con Dios, la genuina promoción se da siempre respetando la verdad sobre Dios y la verdad sobre el hombre, los derechos de Dios y los derechos del hombre. El amor a Dios se muestra en el amor a la persona humana. “Si a un hermano o una hermana les falta la ropa y el pan de cada día, y uno de ustedes les dice: -Que les vaya bien; que no sientan frío ni hambre-, sin darles lo que necesitan, ¿de qué les sirve? (St 2, 15-16)



Bendecimos esta gran obra del Gremio Docente UDA y esperamos que esta excelente relación nos permita ampliar horizontes para cubrir como instrumentos de Dios la gran demanda de ayuda escolar que solicitan jóvenes y adultos que concurren a nuestra obra en procura de ayuda y orientación.

A continuación transcribimos un excelente artículo publicado en la Revista Express del Diario El Ancasti, por la periodista Evangelina Quiroga que describe en profundidad ésta gran obra Gremial que beneficia a jóvenes y adultos que han desertado del sistema educativo.

Asignaturas pendientes





Cuantos más años pasan, más difícil es volver a estudiar y más excusas se encuentran para seguir postergando el cierre de una etapa que, por diversas razones, quedó trunca. Por eso, la iniciativa de la seccional local de la Unión de Docentes Argentinos (UDA) de ofrecer tutorías docentes gratuitas para jóvenes y adultos que adeudan materias del secundario residual, del EGB II y del Polimodal se presenta como una oportunidad para que muchos catamarqueños puedan saldar esas asignaturas pendientes.

“Entre todos es posible” dice el slogan que acompaña el nombre formal del “plan social de ocupación docente y apoyo a la terminalidad en EGB III y Polimodal” implementado por UDA a mediados de 2007 y que desde entonces, cuenta con la satisfacción de haber ayudado en la etapa final de estudios medios a 91 estudiantes catamarqueños.

La ayuda consiste, básicamente en tutorías gratuitas y personalizadas a los interesados en concluir sus estudios. Los profesores afectados al programa mediante un convenio vigente con el Ministerio de Educación de la Provincia, preparan a los alumnos en las materias que quedaron debiendo para que se presenten a los exámenes en las escuelas donde cursaron sus estudios y acomodan horarios y metodología para acompañar el proceso de aprendizaje de personas que hace rato dejaron de tener contacto con los libros.

Nancy Agüero Berrondo, secretaria general de UDA en Catamarca explicó que el programa nace como una iniciativa de la seccional local después de un diagnóstico que arrojó la necesidad de ofrecer apoyo y estímulo a los catamarqueños con estudios incompletos.

Se comenzó a implementar a mediados de 2007 y en ese primer cuatrimestre, 21 jóvenes y adultos pudieron rendir satisfactoriamente sus materias pendientes y recibir el título secundario o de Polimodal. En 2008, fueron 48 los alumnos que terminan la Escuela gracias a las tutorías implementadas en el marco del plan “Entre todos es posible” y el año pasado se sumaron otros 22 egresados.

Los números, un tanto fríos, esconden historias de vida y de superación de personas a las que la vida les puso obstáculos, generalmente de tipo económico para concluir sus estudios: necesidad impostergable de generar ingresos, cargas familiares que había que asumir, traslados que impidieron rendir las últimas materias y así situaciones que dejaron a esas personas en desventaja para ingresar al mercado laboral y, sobre todo, con el sabor amargo de haber dejado trunca una etapa de sus vidas.

Por eso las tutorías, cuenta Victoria Vélez, profesora de Ciencias Jurídicas y Contables, incluyen la enseñanza de los contenidos curriculares pero también la escucha atenta, el consejo adecuado, la motivación constante para que los alumnos – adultos con preocupaciones múltiples – pudieran cumplir con el objetivo propuesto.

Al principio, la implementación del programa supuso una importante tarea de base: identificar a los destinatarios del beneficio. Algunas escuelas abrieron las puertas y los registros de ex alumnos con materias pendientes a los tutores. Eso permitió identificar a los primeros beneficiarios de ese programa que eran contactados personalmente o por teléfono en sus domicilios. Después el boca a boca y la difusión mediática hicieron su parte y los interesados comenzaron a llegar solitos al gremio para solicitar las tutorías.



Es que, contratar a un profesor particular cuesta, por cada materia, un promedio de entre 300 y 400 pesos en el mercado local. Teniendo en cuenta que hay personas que adeudan varias asignaturas, el costo de recibir clases personalizadas se encarece.

“No es fácil retomar los estudios después de tantos años, sobre todo retomar el hábito de estudio y encontrar los tiempos que no dan para asistir a un profesor particular, ni tampoco da, en muchos casos, el bolsillo para pagarlo. Acá se les brindan todas esas instancias a los interesados”, señala Nancy Agüero remarcando el carácter social del programa de UDA.

Las clases se dictan por la tarde en la sede del gremio en la Capital provincial y los horarios de adecuan para que los alumnos asistan. También se les ofrece material bibliográfico y los recursos tecnológicos de la entidad para que las clases se puedan dictar de la mejor forma posible.

La iniciativa alcanzó, en su primera etapa de implementación, a las ciudades de Belén, Santa María y Tinogasta pero después no pudo continuar en el interior. Este año sólo continuará el programa en la Capital.

En total 193 jóvenes y adultos pasaron por el programa con el objetivo de terminar sus estudios. Algunos abandonaron o desistieron otros volvieron a recibir un bochazo como cuando eran adolescentes pero, y esto es lo más importante, 91 catamarqueños persistieron, le pusieron, más empeño al estudio y, gracias a la guía de los profesores, saldaron sus materias pendientes no sólo en términos educativos sino, fundamentalmente, desde el punto de vista de la realización personal. Y logros de ese tipo, se sabe, levantan la autoestima y pueden ser la vía para ir en busca de mejores oportunidades.




.

No hay comentarios:

Publicar un comentario