viernes, 25 de marzo de 2011

Cuaresma: conversión y acción camino a Cristo.



Si bien es cierto, en la Cuaresma, aferrados a la tradición de la Iglesia, caminamos iluminados por el Espíritu Santo para ser uno solo con Cristo, con él y en él y palpar la Gloria del Padre. Todos los días del año, debemos disponer de un momento para la reconciliación fraterna, el perdón y la reconciliación.



Dios, a diferencia de los Pastores de Alma, no cumple horarios, siempre esta alerta al requerimiento de un hijo, al momento exacto de la conversión, por eso es importante creer que nunca se es inoportuno y que nunca es tarde: Ahí está el Señor esperando por nosotros.



El pecado mortal arroja al hombre lejos de Dios, le priva de la salvación e incluso llega a arrebatarle toda esperanza. Pero Cristo hace un llamado urgente a la Gracia:"Cambien su vida y su corazón, porque el Reino de los cielos se ha acercado" (Mt 5,17)


Este llamamiento a la conversión es un verdadero "Evangelio", una verdadera buena Nueva para el pecador, con tal que abra los ojos a la miseria del pecado y se apreste a recibir la salvación que le es ofrecida. Es un llamamiento que no admite tregua ni escapatoria, porque es la buena nueva del reino de Dios, que viene con poder y majestad, porque es el imperativo inaudito de la gracia. El retorno a la casa paterna se hace posible , porque Dios ofrece la salvación en la persona de su Unigénito. El rehusar la conversión y el retorno a la patria, es despreciar el reino de Dios e injuriar a Cristo, el Unigénito del Padre. (1)



La unidad de la comunidad procede de la Cabeza "Cristo". Sus miembros están unidos entre si porque están unidos a Cristo y el "Maestro" nos reúne en el Espíritu. Y el Espíritu tiene una manera especial de reunir: no reúne como lo hacen los poderes humanos.


Todos los fines de semana además de compartir la palabra y el cuerpo de Cristo, disfrutamos de actividades recreativas y de una merienda rica en calorías.




La promoción de los niños es un trabajo constante que día a día arroja frutos, resultado del trabajo en equipo de la Familia, la Escuela, y el Centro Galilea: que trata de unir como un puente cristocéntrico a estás dos instituciones heridas, por el acoso del consumismo capitalista, que quiere convertir a estos pequeños templos del Espíritu Santo en consumidores compulsivos. La resignación y el sometimiento, son vencidos por el poder del Espíritu Santo, que motiva un mundo mejor para los oprimidos.



Los niños disfrutan de los talleres de reciclaje, canalizan la creatividad y aprenden un oficio que además de endulzar el alma, promete una ayuda económica alternativa.



Una vez por mes festejamos todos los cumpleaños y en cada fiesta el amor comunitario profundiza sus raíces. Cada integrante de la comunidad asume responsabilidades, para que el festejo sea una verdadera fiesta en Cristo.


El Hermano Acólito Orlando como Maestro Asador


Reverenda Ramonita en plena tarea solidaria

El equipo de asadores preparando los choripán



Siempre agradeciendo al Padre por la manos que elaboraron el alimento y por todas aquellas personas que posibilitaron con su ayuda solidaria: la felicidad de la comunidad, que unida comparte el pan.




El Espíritu reúne en la libertad. No utiliza las coacciones, las presiones, las seducciones Por eso la unidad no puede ser uniformidad, ya que ésta solo puede ser el resultado de la imposición. El Espíritu une la mayor diversidad respetándola. La diversidad no va en contra de la unidad. Los mismos dones del Espíritu son diversidad. La unidad del Espíritu es unidad de lo diverso, que sigue siendo diverso. Lo que es diverso - la raza, la lengua, la cultura, el sexo, la edad, la geografía, la historia - no queda fuera de la unidad. La Iglesia no une solamente lo que hay de semejante entre todos los miembros de todas las comunidades, sino precisamente lo que hay de diverso en ellas.(2)



No es completa la fiesta, si falta el Payaso, pero "Bananito" vino a quedarse.






La conversión es la victoria sobre el viejo Adán, dominado por el pecado y por la vida "carnal", para pasar a una vida nueva, la espiritual, formada y animada por el Espíritu de Dios.
No es solamente la renuncia a alguna acción mala, ni a una costumbre pecaminosa: es el centro de la existencia el que debe cambiar , son los sentimientos del corazón, la actitud interior. Es claro que esto no lo puede realizar el hombre por si solo. Únicamente Dios haciéndose presente, puede suprimir la distancia que lo separa del pecador. Así, el retorno de aquella región de perdición, donde no está Dios y donde habita el pecador, no puede obrarse sino por la aceptación incondicional del dominio de Dios, que, en Cristo y mediante el Espíritu Santo, quiere llegar a cada uno de nosotros. Lo primero que el hombre aportar a su conversión es confesar no sólo que ha obrado mal, sino que él mismo es malo y que necesita redimirse y transformarse totalmente. Por eso, al predicar Jesús el reino de Dios y al exigir un trabajo de conversión, adoptó una actitud muy diferente frente a los pecadores que se reconocían por tales y frente a los "justos" que se jactaban de su fidelidad a la ley y que sabían encubrir a los ojos del prójimo y aun a sus propios ojos lo torcido de su corazón y de sus intenciones con la mera ejecución externa de la ley; pero en su amor redentor pretende darles a entender a esos "sepulcros blanqueados"(Mt.23, 27) que de nada sirve la fachada exterior cuando el corazón no se vuelve sinceramente hacia Dios y hacia el prójimo.

Bendiciones queridos hermanos para que mediante la Gracia de Cristo y el auxilio del Espíritu Santo, logren potenciar la voluntad y la conversión se concrete. Les pedimos a nuestros queridos lectores y seguidores, oraciones para que nosotros, desde la opción por los pobres logremos formar nuevas generaciones, compatibles con la Buena Nueva para Gloria del reino de Dios.

Paz

H. Juan Carlos

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Notas bibliográficas

(1) - Haring Bernhard, La ley de Cristo, "Parte quinta: La Conversión". Editorial Herder, Barcelona 1966.

(2) - Comblin José, El Espíritu Santo y la Liberación. Pag 130. Ed. Paulinas. San Pablo 1987

miércoles, 16 de marzo de 2011

Actividades del "Centro de desarrollo humano Galilea"




Continúan con gran intensidad las actividades del "Centro de desarrollo humano Galilea" dependiente de la pastoral social de la Iglesia Episcopal Antigua en Argentina.

Identificados con Cristo que vive en cada uno de nosotros (Ga 2,20) y conducidos por el Espíritu Santo, y con la convicción que hemos recibido del Padre en nuestro corazón la ley del amor, continuamos unidos abriendo ese espacio alternativo que ofrece promocionar definitivamente a los más vulnerados.



Como cristianos salimos a golpear puertas para encontrar eco a los proyectos que beneficien a los preferidos por Cristo. Entre ellos, hoy podemos disfrutar, gracias a los Programas dependientes del Ministerio de Educación Nacional, en las figuras de su Director el Profesor Claudio Molina y del Coordinador del Equipo Técnico Jurisdiccional del Centro de Actividades Juveniles Licenciado Guillermo Alejandro Bordón de:

Clases de reciclaje:


Reverenda Ramonita acompañando la iniciativa, compenetrada en la tarea.





La Profesora Andrea de la Fuente, titular del Taller.




La Profesora Andrea De la Fuente y la Coordinadora del Programa Nacional de Actividades Juveniles, Profesora Ana Laura Peñaloza. Dos artesanas del amor y la esperanza, que vienen acompañando a los niños en el transcurso de las vacaciones de verano y han ganado el corazón de los querido revoltosos, tejiendo redes protectoras que apuntalan los cimientos de éstos pequeños templos del Espíritu Santo.



Así como en la familia, le corresponde a los padres, la primera educación religiosa de los hijos y deben ser para los hijos los primeros predicadores de la fe mediante la palabra y el ejemplo. Y al respecto Nuestro Patrono "San Agustín" reconoce en los padres un "ministerio eclesiástico y, en cierto modo episcopal" que desempeña en su casa cuando amonesta, instruye, exhorta, corrige a los suyos, es benévolo con ellos y les impone disciplina, sirviendo así a Cristo para estar con él eternamente.(1)



El "Centro Galilea" pretende ser la continuación de esa Iglesia domestica, llamada familia, por ello encara todos los proyectos en comunión con la "comisión de padres" y "Benefactores". Es importante que el niño tome conciencia de las necesidades que padecen otros niños, otros hombres (y que no son tan pobres, siempre tienen algo para dar) Y enseñarles con realizaciones prácticas a hacer el bien a los demás. Que no todo se reduzca a dar limosna. El "otro" debe tener siempre un lugar en nuestra casa. Su desgracia, su dolor, su alegría, su triunfo deberá ser de alguna manera participación común. El hogar cristiano debe ser siempre una casa abierta, en la cual recibir francamente y acoger cordialmente a los amigos, con más razón cuando son más pobres que nosotros.






Intentamos tender puentes para lograr la fraternidad entre niños de diferentes condiciones sociales porque es la característica que identifica este barrio donde desarrollamos la tarea evangélica comunitaria: Un barrio rico con una franja fronteriza pobre, que nació con el asentamiento de las familias que trabajaban como servicio doméstico, albañiles, jardineros.





La murga a todo ritmo, se prepara para el debut oficial.



Para "San Agustín" las realidades materiales no son malas ni nocivas en cuanto tales: son simples medios que podemos utilizar pero que no nos han de dominar y tampoco han de esclavizar nuestro corazón. Debe existir en nosotros un orden de preferencias y de valores: un real "orden de amor" por el que educamos nuestra sensibilidad y nuestra afectividad. "Purificar los ojos del alma"es una expresión agustiniana que indica ese proceso y la necesidad de que Dios llegue a habitar en nosotros.



La música, el teatro, tienden a enriquecer el espíritu de los niños, y sobre todo contrarrestan la catarata de tentaciones a que están expuestos en el mundo consumista, ayudan a purificar el alma, ordenan el contexto; y allí donde nadie apostaba ver crecer una flor, nace un paraíso de ilusiones. Explota el Espíritu Santo.




Continúan las gestiones con la FONABIP para la fundación de la Bibiloteca comunitaria que atenderá a los tres barrios involucrados.

Transformación de la Radio comunitaria antigua:

Continúan las gestiones para que la Radio Comunitaria transmita directamente al aire y a la vez funcione como Escuela del Centro Galilea, para capacitar a los jóvenes en el oficio, y que este humilde aporte les sirva como una salida laboral.
Sin perder el objetivo central de la evangelización, que es el anuncio del Reino, que es comunicación, para que vivamos en comunión: "lo que hemos visto y oído se los damos a conocer, para que estén en comunión con nosotros, con el Padre y con su hijo Jesucristo"(1 Jn 1,3)
Cristo es el modelo de comunicador, en Él, Dios el totalmente Otro, sale al encuentro con nosotros y espera una respuesta libre.
De esta forma logramos una relación muy intima entre evangelización, promoción humana y cultura, fundada en la comunicación, lo que impone a la "Iglesia Episcopal Antigua" y al "Centro Galilea" tareas y desafíos concretos en el campo de la comunicación Social. Asegurando que el evangelio se inculture.

El sábado pasado nos reunimos en la Ciudad de Córdoba con el Reverendo Padre Favio Lucero y el Hermano Jorge, preparando las actividades que se desarrollarán en Córdoba y Carlos Paz, dentro del marco del Sínodo Regional de la Iglesia que comenzó en el mes de enero en la ciudad de Montevideo (Uruguay). Dicho evento incluye a todas las comunidades establecidas en Argentina y finalizará en abril en la ciudad de Buenos Aires.



Aprovechamos esta entrada para Saludar a la querida Reverenda Sonia Mabela Arias, quien recientemente fue incardinada en la Iglesia Episcopal Antigua de Uruguay. Que Dios Padre Misericordioso y Cristo Sacerdote junto al Espíritu Santo, guíen tu Ministerio Eterno para Gloria de su Reino.






Alertas en todo momento, invitamos a los hermanos ricos y poderosos a promover un nuevo orden económico, social y político, conforme a la dignidad de todas y cada una de las personas, impulsando la justicia y la solidaridad y abriendo para todas ellas horizontes de eternidad.

Las hermanas y hermanos de buena posición social y económica, tienen hambre de Dios porque comúnmente las idolatrías que consumen acarician sus falencias pero no penetran en las raíces de las problemáticas y cómplices del consumismo, engordan el egoísmo. En cambio nosotros: Iglesia peregrina de Cristo, abrimos el corazón para todos, sin exclusiones; y desde la humildad: ofrecemos la oreja para que la catarsis se concrete; y el espacio físico para que la solidaridad actúe. De esta forma los llenos de oro y conciencia pesada, tienen la oportunidad de reconciliarse con el Padre que todo lo sabe y todo lo perdona.


Paz y bendiciones para tod@s

H. Juan Carlos

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Nota:

(1) . Weismann F. "La Oración en San Agustín" pag 17-18, Ed.Lumen -1995

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